He salido, he cosechado, he visto a mis hermanos.
Tanto tiempo de intentos frustrados encerrado en un mismo lugar arañando las paredes hasta sangrar para poder gastarlas, para abrir un hueco, y por fin he llegado, he abierto ese bendito agujero, y he tomado el bondi. He visto a un hermano, lo he abrazado, hemos bebido el buen vino, hemos caminado, y nos hemos ayudado.
Hemos tomado el tren, y fuimos a visitar al menor. Hemos reído, hasta las lágrimas, pues la familia es grande ya. Pedrito el hijo del menor ha llegado hace muy poco al mundo, nos ha sonreído y hemos celebrado su existencia ¡Grande es la vida cuando se tiene una familia tan inmensa!
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